Durante años había lidiado con ciertas amistades que al final del día me hacían sentir mal, confundida y ya no quería verlos, pero me era casi imposible hacer algo al respecto. Es dificil darnos cuenta que existen personas que debemos dejar ir, pero también es lo más sano para nosotros.
Una vez que entendemos que todos los amigos que tenemos son porque nosotros queremos que estén en nuestra vida y que podemos dar fin a relaciones enfermizas en el momento en que queramos, es ahí cuando perdemos el miedo y decidimos tomar el control de nuestra vida.